Queríamos ir a unos de esos sitios románticos, bonitos y que te dejan con ganas de volver, y el restaurante más apropiado para esta ocasión era Casa Alta, ubicado junto a la Alquería de Santa Eufemia.
Su agradable atención, sus excelentes y apetitosos platos, su ambiente armónico hacen veladas especiales. Visitamos este restaurante a menudo porque tiene unos platos distintos, una cocina creativa peculiar, una carta de vino selecta y buena presentación en sus platos.
Como en cada ocasión empezamos nuestra visita con un buen vino, esta vez un vino andaluz de bodegas Pagos de Indalia, Lacabra & Labota, buenísimo. También pedimos para abrir boca un mojito de Pedro Ximenez, empezamos bien!
Nuestro entrante por excelencia en este restaurante es el flamenquín japonés, crujiente y con una salsa de mayonesa wasabi suave que acompaña a la perfección este plato.

Cómo platos principales degustamos la exquisita burguer Big Burger Casa Alta con tomate de aguacate, cebolla caramelizada y aros de cebolla…el sabor de una hamburguesa clásica americana con un toque especial.

Y unos tacos de buey tiernos y en su punto con un sabroso risotto que acompañaba este manjar.

Nos encanta este restaurante por su originalidad y creatividad en los platos, siempre te sorprenden con algo nuevo y exquisito. Destacando su hamburguesa que está deliciosa, una combinación de sabores metidas en un mismo bocado.
Como siempre es un placer visitarlos y salir satisfechos.