Mesón Don Chema
En una de esas escapadas que nos permitimos a lo largo del año visitamos Cazorla, Jaén. Un pueblo precioso situado entre montañas y con muchas rutas de senderismo.
Después de una larga caminata el estómago nos estaba rugiendo y decidimos hacer un parón para reponer fuerzas. Nos hablaron de un sitio típico de la zona y decidimos averiguar porqué hablaban tan bien de este local, Mesón Don Chema.
En el momento que entras por sus puertas, te reciben muy rápido y te acompañan a la mesa. Un mesón repleto de motivos de caza, en las que en sus paredes puedes ver fotos de su dueño con sus trofeos que son numerosos.
Como es habitual en nosotros, pedimos un vino de la zona para acompañar nuestro almuerzo, de la tierra de Torreperogil, Torre de Hamdón. Un vino de color rojo rubí, con aromas a frutas rojas maduras y suave en boca.
Con el vino nos pusieron un variado de chacina ibérica de la tierra. Su sabor es espectácular.
Por cortesía de la casa nos pusieron una pequeña muestra paté de perdiz casero. Un paté fino con un final amargo muy bueno.
Estando en la sierra buscamos los guisos típicos y aquí en su extensa carta, te ofrecen la carne de caza en sus distintas elaboraciones.
Su dueño te aconseja los platos más típicos y en los que son especialistas, entre ellos nuestro primer plato, filetes de ciervo en salsa de verduras con piñones frescos y patatas cocidas. Una carne con un sabor especial en la que la salsa le daba un toque espectacular.
Nuestro segundo plato fue un estofado de jabalí al PX. Un guiso con una carne muy jugosa, una salsa con pequeños trozos de puerro, zanahorias y tomates secos, que combinado con el sabor del PX se te hacia la boca agua. Todo esto acompañado de patatas fritas caseras.
Todavía quedaba vino y teníamos muchas ganas de probar sus postres caseros que tenían una pinta extraordinaria. Nos decidimos por una tarta de queso con frambuesas frescas y nata, una tarta con mucho sabor a queso fresco.
No tenia desperdicio.
Aquí son muy serviciales con una atención muy peculiar y nos volvieron a sorprender con otra cortesía en forma de chupitos caseros.
Uno de arroz con leche que estaba de muérete y otro de licor de mora sin alcohol muy bueno.
Estos dos chupitos lo acompañamos con unos pestiños caseros elaborado por una señora que se dedica a la elaboración de dulces caseros. Crujientes y esponjosos, riquísimos.
Una experiencia muy interesante y en la que no podemos destacar un plato por encima de los demás porque aquí está todo para quitarse el sombrero.
Sin duda alguna, si visitáis Cazorla y queréis disfrutar de guisos típicos con carne de primera, este es vuestro sitio.
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