Taberna Casa Andrés
Nuestra visita a Baeza estaba llegando a su fin, lo último que se nos grabó en la retina fue un paseo por sus alrededores que daban a unas vistas impresionantes, dónde los olivos no tenían fin.
En uno de esos miradores nos encontramos con esta taberna, Casa Andrés. Con unos veladores ‘privilegiados’ por las vistas que tenían.
Una taberna con una decoración rústica y algo peculiar, su pared colecciona billetes de todo el mundo. Aquí el cliente decora la pared.
Estando por las tierras de Jaén hay que probar dos cosas, su aceite y sus vinos. Copeamos un vino de Bodegas Campoameno, Campoameno.
Un tinto 100% Syrah, denso con notas a violetas, dulce y sabor afrutado con un final largo.
Con las copitas nos trajeron de aperitivo unos bocaditos de tortilla con tomate par ir abriendo boca.
Una de las especialidades de la casa son sus croquetas de jamón, así que…una de croquetas por favor!!
Unas croquetas de jamón caseras con un buen relleno a base de taquitos de jamón serrano, bien rebozadas y ninguna era igual a la otra. Estaban tremendas y como acompañamiento gajos de tomate aliñado.
Seguimos copeando el vino, que estaba buenísimo y esta vez nos trajeron como aperitivo unas estupendas lagrimitas de pollo caseras. Un rebozado muy crujiente y trozos de pollo con el aliño bien cogido, acompañando, unas patatas fritas caseras.
Para terminar nos pedimos un plato de punta de solomillo con crema de peras. Una carne muy tierna hecha en guiso. Del mismo jugo del guiso más la pera sacan esta estupenda salsa, dulce, cremosa y con un sabor muy adictivo.
Como colofón a este plato le acompañaban unas patatas guisadas que estaban de muerte.
Una cocina rústica con aires de renovación, buena presentación y gran calidad en el género. Servicio atento y rápido, calidad/precio inmejorable
Disfrutar de esta cocina tan maravillosa con unas vistas a la Sierra Mágina es impresionante.
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