Cómo freír pollo sin que quede crudo por dentro
¿Eres un amante del pollo frito, pero siempre te queda crudo por dentro? No te preocupes, que aquí estoy yo para enseñarte cómo preparar el mejor pollo frito que hayas probado en tu vida. Sabemos que no hay nada peor que tener que luchar con un pedazo de pollo crudo y desagradable en tu plato. Pero no te preocupes, con estos sencillos consejos y trucos, tendrás un pollo frito crujiente y bien cocido por dentro en poco tiempo. Así que, sin más preámbulos, ¡manos a la obra!
Pollo frito: ¿Listo para comer?
Si eres de los que les encanta el pollo frito, seguramente has tenido alguna vez la mala experiencia de encontrarte con que el pollo está crudo por dentro. ¡Qué desilusión! Pero no te preocupes, porque aquí te voy a contar cómo evitar que te vuelva a pasar.
Lo primero que debes hacer es asegurarte de que el pollo esté completamente descongelado antes de freírlo. Si lo metes en la sartén congelado, por mucho que lo frías, no se cocinará por dentro. Este es un error muy común que suele llevar a resultados desastrosos.
Una vez que tengas el pollo descongelado, es importante que lo seques bien con papel de cocina para evitar que el exceso de humedad afecte a la fritura. Si el pollo está húmedo, es más difícil que se forme una costra crujiente y dorada.
El siguiente paso es enharinar el pollo. Puedes hacerlo con harina normal o con una mezcla de harina y especias para darle más sabor. Asegúrate de que el pollo queda bien cubierto de harina por todas partes, para que la fritura sea uniforme.
En cuanto a la temperatura del aceite, lo ideal es que esté entre los 160 y 180 grados Celsius. Si el aceite está demasiado caliente, el pollo se dorará por fuera pero quedará crudo por dentro. Ten en cuenta que es importante que la temperatura del aceite se mantenga constante, así que no añadas demasiado pollo de golpe o se enfriará demasiado.
Por último, es importante que el pollo esté completamente cocido antes de servirlo. Puedes comprobarlo pinchando la carne con un tenedor o un cuchillo y asegurándote de que sale líquido transparente. Si sale líquido rosa o rojo, es que el pollo no está bien cocido por dentro y debes dejarlo unos minutos más en la sartén.
Siguiendo estos consejos, conseguirás un pollo frito crujiente y dorado por fuera y perfectamente cocido por dentro. ¡Buen provecho!
Tiempo de fritura del pollo
Si quieres evitar que tu pollo quede crudo por dentro al freírlo, es importante que prestes atención al tiempo de fritura. No hay una regla exacta que sirva para todos los casos, pero existen algunas pautas que te pueden ayudar a conseguir el punto perfecto.
Lo primero que debes tener en cuenta es que el tiempo de fritura varía en función del tamaño y el tipo de pieza de pollo que estés cocinando. Por ejemplo, unas alitas de pollo necesitan menos tiempo de fritura que unos muslos o contramuslos. Además, si el pollo está marinado o tiene algún tipo de rebozado, esto puede influir en el tiempo que necesite para cocinarse.
Como norma general, puedes seguir estas pautas para calcular el tiempo de fritura del pollo:
- Alitas: 10-12 minutos.
- Muslos y contramuslos: 18-20 minutos.
- Pechugas: 12-15 minutos.
Es importante que compruebes siempre que el pollo está bien cocido antes de servirlo. Para ello, puedes utilizar un termómetro de cocina y asegurarte de que la temperatura interior del pollo alcanza los 75 grados centígrados. Si no tienes termómetro, corta una pieza de pollo por la mitad y comprueba que la carne está blanca y cocida por dentro.
Recuerda que el tiempo de fritura también dependerá de la cantidad de pollo que estés cocinando y del tamaño de tu freidora. Si estás friéndo grandes cantidades de pollo, es posible que tengas que hacerlo en varias tandas para que se cocine adecuadamente.
Si sigues estas pautas, tendrás un pollo crujiente y sabroso en tu plato.
Espero que estos trucos para freír pollo os hayan servido y os animéis a ponerlos en práctica. Ahora ya sabéis cómo evitaros ese chasco de cortar un muslo y encontrarlo crudo por dentro. Así que, ¡manos a la obra y a disfrutar de un pollo perfectamente dorado y jugoso! Gracias por seguir estos consejos y ¡hasta la próxima receta!