Estamos ante uno de los pueblos más bonitos de Asturias en la costa cantábrica, casas de colores tradicionales, calles con mucha pendiente, miradores, encanto y belleza.

Decidimos echar el día en este pueblo, que desde Oviedo nos cogía a unos 45 minutos en coche. Era una de nuestras paradas obligadas en nuestro viaje a Asturias. Llegar temprano, encontrar aparcamiento, desayunar y una vez cogido fuerzas, empezar a conocer los rincones de este pueblo es uno de los momentos más gratificantes del día.

Es un pueblo pequeño y fuimos con mucha tranquilidad, subimos hasta uno de los varios miradores que hay e inmortalizamos el momento, te atrapa y te deja enamorado.

Los puntos mas importantes son: Plaza de la Marina, Puerto de Cudillero, Parroquia de San Pedro, Faro de Cudillero, Mirador de la Atalaya, entre otros.
Después de un intenso paseo por todas sus callejuelas, pasamos a almorzar. En su plaza hay mucha variedad de restaurantes para sentarte en sus veladores y disfrutar del ambiente, nosotros decidimos probar la gastronomía de Sidrería El Remo. Disfrutamos de todo lo que nos rodeaba, cada sorbo de Sidra y de cada plato, una experiencia muy grata.
Cerca de Cudillero puedes encontrar varias playas vírgenes para reposar el almuerzo y relajarte después de un día de mucho caminar.