Qué hacer con las pipas de calabaza sobrantes
Hoy vengo a hablar de algo que nos preocupa a muchos y es qué hacer con las pipas de calabaza sobrantes. Esas que nos quedan después de preparar una deliciosa sopa o un rico snack de calabaza al horno. Pues bien, no te preocupes más porque en este artículo te voy a dar algunas ideas para aprovecharlas al máximo y no desperdiciar nada. Así que, ¡toma nota y ponte manos a la obra!
Almacenamiento de pipas de calabaza
Las pipas de calabaza son un ingrediente delicioso y saludable que se utiliza en muchas recetas. Si has decidido comprar una calabaza y sacar las pipas para usarlas en tus platos, es importante que sepas cómo almacenarlas adecuadamente para que se mantengan frescas y crujientes.
Lo primero que debes hacer es lavar bien las pipas de calabaza con agua fría y retirar cualquier trozo de pulpa o piel que puedan tener. Luego, extiéndelas sobre una toalla de papel y deja que se sequen al aire libre durante unas horas.
Una vez que las pipas estén completamente secas, puedes almacenarlas en un recipiente hermético. Puedes utilizar un frasco de vidrio o una bolsa de plástico con cierre hermético. Asegúrate de que el recipiente esté limpio y seco antes de colocar las pipas en su interior.
Es importante que mantengas las pipas de calabaza en un lugar fresco y seco para evitar que se humedezcan y se estropeen. La humedad puede hacer que las pipas se vuelvan rancias o incluso pueden provocar la aparición de moho.
Si quieres que las pipas de calabaza duren más tiempo, puedes guardarlas en la nevera o en el congelador. En el caso de la nevera, colócalas en un recipiente hermético y guárdalas en el cajón de las verduras. En el caso del congelador, colócalas en una bolsa de plástico con cierre hermético y asegúrate de retirar todo el aire antes de cerrarla.
Si quieres que duren más tiempo, puedes guardarlas en la nevera o en el congelador. ¡Disfruta de tus pipas de calabaza frescas y crujientes en tus platos favoritos!
Semillas de calabaza: ¿Cómo comerlas?
Las semillas de calabaza son un snack delicioso y nutritivo que a menudo se desechan cuando se cocina una calabaza. ¡Pero no te pierdas la oportunidad de disfrutar de estas pequeñas joyas llenas de sabor y salud! Aquí te presento algunas formas de comerlas:
- Asadas: coloca las semillas en una bandeja para hornear y espolvorea sal y aceite de oliva. Luego, tuesta en el horno a 180 grados durante unos 10-15 minutos hasta que estén crujientes.
- Saborizadas: agrega tus especias favoritas, como pimienta de cayena o comino, a las semillas asadas para darles un sabor aún más delicioso.
- En ensaladas: agrega las semillas asadas a tus ensaladas favoritas para darles un toque crujiente y agregar nutrientes adicionales.
- En sopas: agrega las semillas asadas a tus sopas para darles una textura crujiente y un sabor rico.
- Como topping: agrega las semillas asadas como topping a tus platos de arroz o pasta para darles un sabor adicional.
Además de ser deliciosas, las semillas de calabaza también son una excelente fuente de nutrientes, como proteínas, grasas saludables, fibra y minerales como el magnesio y el hierro. ¡Así que no lo pienses dos veces antes de disfrutarlas!
Semilla de calabaza: cruda o tostada?
Si eres como yo, después de tallar una calabaza para Halloween o cocinar una deliciosa sopa de calabaza, te encuentras con una gran cantidad de semillas de calabaza sobrantes. Pero, ¿qué hacer con ellas? ¿Comerlas crudas o tostarlas?
La respuesta es que ambas opciones son saludables y deliciosas, pero cada una tiene sus propias ventajas y desventajas.
Crudas
Comer las semillas de calabaza crudas es una opción rápida y fácil. Simplemente enjuaga las semillas con agua, sécalas y ¡a comer! Las semillas de calabaza crudas son una excelente fuente de proteínas, fibra y grasas saludables. Son ideales para picar entre comidas o para llevar contigo mientras estás en movimiento. Además, las semillas de calabaza crudas mantienen todos sus nutrientes intactos y no contienen ningún aditivo o sal añadida.
Pero ten en cuenta que algunas personas pueden tener problemas para digerir las semillas de calabaza crudas debido a su alto contenido de fibra. Si eres propenso a la hinchazón o gases, es posible que desees evitar comer grandes cantidades de semillas de calabaza crudas.
Tostadas
Si prefieres un sabor más intenso y crujiente, tostar las semillas de calabaza es una excelente opción. Para tostar las semillas, simplemente extiéndelas en una bandeja para hornear, rocíalas con un poco de aceite de oliva y sal y hornéalas a 150 °C durante aproximadamente 15-20 minutos. Las semillas de calabaza tostadas son una excelente adición a ensaladas, sopas o como un aperitivo saludable.
Una desventaja de las semillas de calabaza tostadas es que pueden perder algunos de sus nutrientes durante el proceso de tostado. Además, algunas marcas de semillas de calabaza tostadas pueden contener aditivos o sal añadida, por lo que es importante leer la etiqueta antes de comprarlas.
Si buscas una opción rápida y fácil, come las semillas crudas. Si prefieres un sabor más intenso y crujiente, tuesta las semillas. ¡Experimenta y descubre cuál es tu favorita!
¡Espero que estas ideas para aprovechar las pipas de calabaza os inspiren a sacarles partido y experimentar en la cocina! Gracias por seguir hasta el final, ¡ahora a ponerse el delantal y a darle caña al fogón! ¡Hasta otro ratito!