Si eres un amante de la comida española, seguramente habrás oído hablar del delicioso estofado catalán conocido como Fricandó. Este plato tradicional es originario de la región de Cataluña y es muy popular en toda España. Pero si aún no has tenido la oportunidad de probarlo, ¡presta atención! Este guiso es una deliciosa mezcla de ternera tierna, setas y salsa cremosa que te dejará con ganas de más. En este artículo te contaremos todo lo que necesitas saber sobre el Fricandó, desde su origen y su preparación hasta los mejores lugares donde puedes degustarlo. Así que, ¡prepárate para disfrutar de una experiencia culinaria única con este plato increíblemente sabroso!

Fricandó: traducción al castellano

El fricandó es un exquisito estofado tradicional de la cocina catalana que se ha convertido en un plato muy popular en toda España. Aunque su nombre proviene del francés «friand», que significa «delicioso», su origen es totalmente catalán y su receta ha sido transmitida de generación en generación.

El fricandó se elabora a partir de filetes de ternera cortados finos y cocidos a fuego lento en una salsa de cebolla, tomate, setas y vino tinto. La salsa se espesa con una mezcla de almendras y pan rallado, que le da una textura cremosa y un sabor único.

En castellano, la traducción literal de fricandó sería «filete guisado», aunque este plato es mucho más que eso. Es una mezcla de sabores y texturas que se combinan a la perfección y que hacen que cada bocado sea una experiencia inolvidable.

El fricandó se suele servir acompañado de setas, que son un ingrediente fundamental en su receta. También se puede acompañar de patatas, arroz o incluso pasta, aunque lo más común es servirlo con una guarnición de patatas fritas.

Si aún no has probado el fricandó, no esperes más para hacerlo. Es un plato lleno de sabor y tradición que no te dejará indiferente.

La tapa: corte de ternera

Si quieres preparar un buen fricandó, tienes que conocer uno de los cortes de carne más importantes de la cultura gastronómica española: la tapa. Este corte, que proviene del cuarto delantero del animal, se caracteriza por ser fibroso y tener una gran cantidad de colágeno, lo que lo hace ideal para guisos y estofados.

Para preparar un buen fricandó, lo primero que debes hacer es cortar la tapa en trozos de unos 4 centímetros de grosor. A continuación, debes dorarlos en una sartén con aceite caliente hasta que estén bien sellados por todos los lados. Este paso es importante, ya que le dará un sabor y aroma únicos al guiso.

Una vez dorados los trozos de tapa, debes retirarlos de la sartén y reservarlos. En la misma sartén, añade cebolla y ajo picados y sofríelos hasta que estén dorados. Añade entonces tomate rallado y deja que se cocine durante unos minutos.

Ahora llega el momento de añadir las especias. Para el fricandó, se utilizan especias como el clavo, la canela y la nuez moscada, que le darán un sabor y aroma muy característicos. También es importante añadir una buena cantidad de vino tinto, que ayudará a que la carne se ablande y le dará un sabor excepcional al guiso.

Una vez que hayas añadido las especias y el vino tinto, es el momento de añadir de nuevo los trozos de tapa a la sartén y dejar que se cocinen a fuego lento durante unas dos horas. Durante este tiempo, la carne se ablandará y adquirirá todo el sabor de las especias y del vino tinto.

Y ahí lo tienes, un delicioso fricandó preparado con uno de los cortes de carne más populares de España. ¡Buen provecho!
Espero que te haya picado el gusanillo y te animes a preparar un auténtico fricandó catalán. No te arrepentirás de sumergirte en el sabor de este estofado que es pura tradición y gozo para el paladar. Dale caña a la cocina y disfruta del proceso tanto como del resultado. ¡Gracias por leer y a darle amor a esos fogones! Nos leemos.