¿Eres de los que se queda mirando la cazuela de bechamel como si fuera un misterio indescifrable? ¿Te da pereza esperar a que se cocine a fuego lento? ¡Pues tenemos la solución para ti! En este artículo te enseñamos cómo preparar una deliciosa bechamel en tiempo récord. Con este método rápido conseguirás una salsa cremosa y sin grumos en cuestión de minutos. ¡No te lo pierdas!

Tiempo Bechamel Nevera: ¿Cuánto?

La bechamel es una salsa básica de la cocina que se utiliza en muchas recetas. Prepararla puede ser un proceso largo y tedioso. Por eso, en este artículo te presentamos un método rápido para preparar bechamel.

Pero antes de empezar con la receta, es importante hablar sobre el tiempo que la bechamel debe pasar en la nevera. Si bien es cierto que la bechamel se puede utilizar inmediatamente después de prepararla, dejarla en la nevera durante un tiempo ayuda a que se asienten los sabores y la salsa tenga una textura más consistente.

Entonces, ¿cuánto tiempo debe estar la bechamel en la nevera? Lo ideal es dejarla enfriar durante al menos una hora. Esto permitirá que la salsa se asiente y que los sabores se mezclen. Si quieres que la bechamel tenga una textura más firme, puedes dejarla en la nevera durante más tiempo.

Es importante mencionar que la bechamel puede espesar en la nevera. Si esto sucede, simplemente añade un poco de leche tibia y mezcla bien hasta que la salsa tenga la consistencia deseada.

En general, una hora es suficiente, pero si buscas una textura más firme, puedes dejarla durante más tiempo. ¡Ahora sí, manos a la obra con la receta!

Origen de la bechamel

La bechamel es una salsa blanca que se utiliza en infinidad de platos de la cocina mediterránea. Su origen es francés, pero se popularizó en toda Europa gracias a su versatilidad y su rico sabor.

Esta salsa se creó en el siglo XVII, en la corte del rey Luis XIV. Fue su cocinero personal, Louis de Béchameil, quien la inventó. Según cuenta la leyenda, la bechamel nació de la necesidad de dar sabor a un plato de pescado demasiado seco. Béchameil decidió mezclar leche caliente con una roux (una mezcla de harina y mantequilla) y añadir especias y hierbas aromáticas. El resultado fue una salsa cremosa y deliciosa que pronto se convirtió en la favorita de la corte francesa.

Desde entonces, la bechamel ha evolucionado y se ha adaptado a las diferentes cocinas del mundo. En Italia, por ejemplo, se utiliza como base para la lasaña y otros platos de pasta. En España, se utiliza en croquetas y gratinados. Y en Francia, se sigue utilizando en platos como el gratinado dauphinois o el clásico croque-monsieur.

Sea cual sea el plato en el que la utilicemos, la bechamel es una salsa que nunca falla. Su textura cremosa y su sabor suave pero intenso la convierten en la compañera perfecta de cualquier ingrediente. Y lo mejor de todo es que, con un poco de práctica, es muy fácil de preparar en casa. ¡Anímate a probarla!
Espero que este truco para preparar una bechamel rápida y sin grumos te haya molado. Ahora ya puedes lanzarte a por esas lasañas y croquetas como un auténtico chef. Si te ha servido, coméntalo y comparte. ¡A darle caña a los fogones!