Cremas vegetales caseras para cocinar sin lactosa (y sin soja)
Si estás intentando cocinar sin lactosa y además evitar la soja, seguramente ya te habrás dado cuenta de que las opciones en el supermercado son limitadas… y muchas veces caras. Pero hay buenas noticias: hacer tus propias cremas vegetales en casa es fácil, económico y mucho más saludable.
En este artículo te comparto 3 recetas básicas de cremas vegetales que puedes usar para cocinar, espesar salsas o enriquecer tus platos, todo sin lácteos ni soja. Además, te doy consejos para conservarlas y adaptarlas según lo que tengas en casa. 🥣
¿Qué es una crema vegetal?
Una crema vegetal es una preparación espesa que imita la textura de la nata para cocinar, pero elaborada a partir de ingredientes vegetales como frutos secos, cereales o legumbres.

Su objetivo es aportar cremosidad, suavidad y cuerpo a platos como sopas, salsas o gratinados.
No se debe confundir con la “nata vegetal para montar” (que suele tener más grasa), aunque en algunos casos se pueden adaptar para postres también.
💡 TIP: La clave está en controlar bien la proporción entre líquido e ingrediente base. Más agua = más ligera. Menos agua = más espesa.
Receta 1: Crema vegetal de anacardos (multiusos)
Esta es una de las más versátiles. Tiene sabor suave, textura cremosa y puedes usarla tanto en recetas dulces como saladas.
📝 Ingredientes
- 100 g de anacardos crudos (sin sal)
- 200 ml de agua
- 1 cdita de zumo de limón (opcional, para dar frescor)
- Una pizca de sal (para usos salados)
👩🍳 Preparación paso a paso
- Pon los anacardos en remojo durante al menos 4 horas o toda la noche.
- Escurre y colócalos en una batidora potente junto con el agua.
- Tritura hasta obtener una textura muy fina y sin grumos.
- Añade el limón y la sal si vas a usarla en cocina salada.
- Guárdala en un bote hermético y consérvala en nevera (dura 4–5 días).
Receta 2: Crema vegetal de avena (económica y ligera)
Ideal para cocinar a diario, espesar salsas, cremas o hacer una bechamel vegana. Se prepara en menos de 10 minutos.
📝 Ingredientes
- 40 g de copos de avena (certificados sin gluten)
- 300 ml de agua
- 1 cda de aceite de oliva suave
- Una pizca de sal
👩🍳 Preparación paso a paso
- Pon los copos de avena a remojar 15–20 minutos en agua tibia.
- Escurre y vuelve a añadir agua limpia.
- Bate todo con el aceite y la sal hasta que quede una crema suave.
- Cuela si quieres una textura más fina.
- Conserva en nevera en un bote hermético (3–4 días).
Receta 3: Crema vegetal de coco (sabrosa y cremosa 🥥)
Perfecta para currys, sopas especiadas o incluso postres. Tiene un sabor más pronunciado, así que es mejor usarla en recetas donde el coco encaje bien.
📝 Ingredientes
- 100 g de coco rallado sin azúcar
- 250 ml de agua caliente
👩🍳 Preparación paso a paso
- Coloca el coco rallado en un bol y vierte el agua caliente encima.
- Deja reposar 15 minutos.
- Licúa o tritura con una batidora potente durante 1–2 minutos.
- Cuela con una malla fina o paño limpio, exprimiendo bien.
- Guarda en frasco de cristal y refrigera (dura 2–3 días).
Consejos para adaptar y conservar tus cremas vegetales
✔ Si necesitas una crema más espesa, añade menos agua o incluye un espesante natural como maicena o psyllium.
✔ Puedes congelarlas en porciones (en cubiteras de hielo) y usarlas directamente al cocinar.
✔ Si la usas en platos dulces, omite la sal y añade unas gotas de vainilla o canela en polvo.
✔ Agita bien antes de usar: algunas cremas se separan ligeramente tras refrigerar.

¿En qué recetas puedo usar estas cremas?
Estas cremas vegetales caseras sin lactosa ni soja te servirán para un montón de platos cotidianos:
- Bechamel para lasañas o canelones
- Salsas para pasta (carbonara vegetal, curry, etc.)
- Cremas de verduras más suaves
- Postres como flanes, puddings o cremas tipo natillas
- Aliños cremosos para ensaladas
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Más saludable, económico y 100 % adaptado a ti 🌱
Ahora que ya sabes cómo hacer tus propias cremas vegetales sin lactosa y sin soja, verás que cocinar sin estos ingredientes no es tan difícil como parece. Al contrario, descubrirás nuevas formas de disfrutar tus recetas favoritas sin renunciar al sabor ni a la textura.
Y si quieres aprender más sobre cómo sustituir otros ingredientes habituales como huevos, mantequilla o quesos, no te pierdas nuestra guía de equivalencias y sustituciones sin gluten y sin lactosa.
Y lo mejor: sin aditivos raros, sin ingredientes impronunciables y con todo el control sobre lo que comes. ¿A que suena bien?
